En Leash not to escape, el artista multidisciplinar Rogerio Silva nos traslada a un escenario propio, a una mesa de disección o a una cocina, ofreciendo cuatro piezas directas sin concesión alguna, como si estuviésemos enfrente de él, observando el proceso creativo desde el principio hasta el final. Este planteamiento tan rotundo, nos conduce a entender, o no, su propio concepto, como el autor nos aclara: “el interés por la música improvisada y composición a tiempo real que surge gradualmente a través de la relación con el instrumento, siendo el punto de partida para la creación de efectos, texturas y la exploración sonora de los ambientes”. Dejemos pues que Leash not to escape transmita el momento de su origen que es el de su fin, poseer un instante vivo. Rogerio Silva trabaja desde 1988 como artista visual ampliando sus propuestas estéticas con otras formas de exploración artística, eligiendo la música como una extensión de su actividad creativa. Es miembro del colectivo Granular y colabora regularmente con la V.G.O. (Variable Geometry Orchestra), junto a Ernesto Rodrigues, Rodrigo Pinheiro, Carola Ortiz, Gonçalo Falcão, Paulo Curado, Paulo Chagas, Hyaena Reich, Nuno Morão, entre otros.